Nací en Tenerife, España. Dejé la isla a principios de los ochenta y desde entonces he vivido y trabajado en Barcelona, Nueva York, Londres, Paris, Madrid y Milán. Todas estas vivencias a lo largo de cuarenta años de carrera han marcado mi trabajo, el cual podría definir como cosmopolita y arriesgado, alejado de las modas y tendencias, siempre fiel a mi propio estilo.
La libertad creativa es la piedra angular de mi porfolio. Cuando fotografío moda, la idea detrás de la imagen es lo que lleva al observador a apreciar la prenda. El modelo no es un simple maniquí, necesito sentirlo vivo. En retrato, mi objetivo es revelar el carácter y la personalidad que se ocultan tras el sujeto. En general, esta creatividad y estilo marcan toda mi obra.
Si tuviera que elegir una de mis mejores bazas como fotógrafo, señalaría la habilidad de encontrar la luz donde no la hay. Mi lema es: “menos luz, mejor foto”.
Durante muchos años se me identificó como un fotógrafo monocromo. Y debo confesar que la pérdida del ektachrome me dejó un poco huérfano y pasé tiempo buscando “mi color”, el cual encontré hace poco años. Este color es el protagonista de la mi libro “MANIfashion”.
Finalmente, y como declaración de principios, diría que el secreto de una buena fotografía está en saber mirar y captar el momento.